El tipo de parto no está asociado con la depresión materna

// Depresión posparto
Un estudio publicado en la Archives of Women's Mental Health demuestra que no existe asociación entre el tipo de parto y el riesgo a desarrollar depresión perinatal.

El estudio, publicado en la Archives of Women’s Mental Health del mes de octubre, está llevado a cabo por los Dres. Alexandre Faisal-Cury, Médico Especialista en Ginecología y Obstetricia con formación en el ámbito de la psicosomática y autor de numerosos libros y artículos sobre salud mental de la mujer, y Paulo Rossi Menezes, Médico Especialista en Psiquiatría y con amplia experiencia en el campo de la salud colectiva, más específicamente en epidemiología psiquiátrica y trastornos mentales comunes en atención primaria, ambos investigadores del Departamento de Medicina Preventiva de la Universidade de São Paulo (Brazil). 

La depresión perinatal se ha convertido en un problema de salud pública, con efectos perjudiciales en la madre y el bebé. Afecta al 14% de las madres y puede persistir durante más de un año después de dar a luz.  A pesar de que existen numerosos factores de riesgo que pueden desencadenar esta patología, el tipo de parto como factor de riesgo sigue siendo algo controvertido. Del mismo modo que se ha encontrado evidencia que asocia la depresión materna con el trauma perinatal, no se ha descrito la asociación entre la depresión materna y la práctica de cesárea.

En la investigación que nos ocupa, los autores pretenden evaluar la relación entre el tipo de parto, teniendo en cuenta si hay lesión perineal  y/o episiotomía, y depresión en madres entre los 6 y 16 meses posteriores al nacimiento del bebé.

Los resultados mostraron un perfil de madres jóvenes (edad media de 25 años) que viven con su pareja y con una media de 9 años de escolarización. Respecto al tipo de parto el 51,8% fueron UVD (parto vaginal no complicado), el 21,7% fueron CVD (parto vaginal complicado) y el 30,5% fueron CD (parto por csárea). De las 482 mujeres del seguimiento, el 18% de ellas tenían depresión perinatal. En los análisis posteriores no se encontró relación alguna entre el tipo de parto y la depresión materna, ni entre las variables sociodemográficas u obstétricas y la depresión perinatal. 

Por lo tanto, en respuesta a la controversia del tipo de parto como factor de riesgo para el desarrollo de la depresión materna, según este estudio se puede afirmar que ni la cesárea ni el parto vaginal suponen un factor de riesgo. A diferencia del tipo de parto, la presencia de trauma sí podría tener más impacto en la salud mental de la mujer, independientemente de si el parto ha sido instrumentado o no. Al tiempo que obtienen estos resultados, los autores hipotetizan que cuanto más tiempo pasa desde el parto, más débil es el impacto del tipo de parto sobre la salud mental de las mujeres.

Esta ausencia de asociación puede ser explicada por la diversidad de factores psicológicos, conductuales y culturales que influyen en la salud mental de la mujer después del parto.

¿Cómo se desarrolló el estudio?

Para el estudio se reclutaron 558 mujeres que se encontraban entre las 20 y 30 semanas de gestación, con concepción natural, embarazo único y sin historia de psicosis. Además, las participantes debían tener 16 años como mínimo y estar recibiendo atención perinatal en clínicas de atención primaria. Para la recogida de datos referentes a la sintomatología depresiva durante el embarazo y los 16 meses siguientes al parto se utilizó una prueba psicométrica de cribado.

Con la finalidad de distribuir a las participantes según el tipo de parto, se consideraron tres categorías: parto vaginal no complicado (UVD - en el qué no hay episiotomía ni daño superior a una laceración perineal de primer grado), parto vaginal complicado (CVD – en el qué hay episiotomía o laceración perineal de segundo grado), y parto por cesárea (CD).  Otras variables que se tuvieron en cuenta para el estudio fueron las sociodemográficas (edad de la madre, años de escolarización, estado civil, color de piel e ingresos mensuales) y las obstétricas (número de embarazos previos, planificación del embarazo y abortos previos).

Estas medidas se tomaron una vez durante el embarazo (entre las 20 y 30 semanas) y tres veces después del parto: la primera, entre los 6 y 8 meses después, la segunda, entre los 9 y 12 meses después, y la tercera, entre los 13 y 16 meses posteriores al parto. Cabe destacar que si la cifra de mujeres que se evaluaron durante la etapa de gestación fue de 558, la de mujeres que permitieron el seguimiento posterior al parto descendió hasta las 482.

NOTICIAS

Este sitio web utiliza Cookies propias y de terceros. Si continua navegando, supone la aceptación de la instalación de las mismas. OK | Más información

Política de cookies +