El abordaje del trastorno por uso de opioides durante el embarazo mejora los resultados en el posparto

// Salud Mental Perinatal
Durante los últimos años se han cuadruplicado los casos de trastorno por uso de opioides durante la etapa perinatal. Del mismo modo, también se han observado mejores resultados de tratamiento en el posparto en aquellas mujeres que inician el tratamiento farmacológico al principio del embarazo. Por este motivo es imprescindible detectar lo casos de este trastorno al inicio del embarazo, a fin de poder ofrecer el tratamiento con mayores probabilidades de éxito.

De acuerdo con un reciente análisis de los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el número de gestantes con un trastorno por uso de opioides detectado en el momento del parto, se ha cuadruplicado desde el 1999 hasta el 2014.

La mayoría de mujeres son capaces de disminuir el consumo de opioides o abstenerse de ellos durante el embarazo, no obstante, el primer año posparto es un período especialmente vulnerable para la aparición del trastorno por uso de opioides. La recaída es un fenómeno común, y la evidencia disponible ha mostrado un aumento de las tasas de sobredosis durante el posparto, tanto de las que son fatales como de las que no. Teniendo en cuenta esta vulnerabilidad, es imprescindible que las mujeres con trastorno por uso de opioides continúen el tratamiento durante el embarazo y el posparto, combinando la terapia cognitivo-conductual con la farmacológica.

En un reciente estudio de cohortes retrospectivo, investigadoras/es del departamento de Ginecología y Obstetricia y del departamento de Psiquiatría del Massachusetts General Hospital (EE. UU), han aprovechado los datos de 211.096 partos entre 2011 y 2014 en el estado de Massachusetts a fin de estudiar el uso de fármacos para tratar el trastorno por uso de opioides.

En esta cohorte eran 2.314 mujeres las que recibían fármacos para el trastorno por uso de opioides (metadona o buprenorfina) en el momento del parto; el 64,1% (1,484) continuó recibiendo el fármaco durante el año posterior al parto. Las tasas de continuación del tratamiento farmacológico para el trastorno por uso de opioides variaron, puesto que el porcentaje de continuación fue más alto en las mujeres que usaron el tratamiento farmacológico durante el embarazo (80%), y la tasa de continuación más baja se encontraba en las mujeres que iniciaron el tratamiento farmacológico el último mes antes de dar a luz (34%). Los principales factores predictores para la discontinuación del tratamiento farmacológico para el trastorno por uso de opioides fueron una duración del tratamiento farmacológico menor a cuatro meses durante el embarazo y el confinamiento durante el embarazo o el posparto.

A modo de conclusión, el American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) recomienda realizar un cribado con herramientas validadas para los trastornos del consumo de sustancias antes de la primera visita prenatal. La detección temprana es una oportunidad para facilitar la adhesión de las mujeres al tratamiento al inicio del embarazo, puesto que según el estudio explicado anteriormente esto puede mejorar los resultados del tratamiento para el trastorno por uso de opioides en el posparto. Dado que abandonar el tratamiento farmacológico para el trastorno por uso de opioides es algo frecuente en aquellas mujeres que inician el tratamiento poco antes del parto, las/os autoras/es del estudio sugieren que contar con apoyos adicionales, como las visitas de enfermería a domicilio y el apoyo de mujeres que han pasado por experiencias parecidas, puede ser útil a la hora de mejorar la adherencia al tratamiento farmacológico para el trastorno por uso de opioides posterior al parto.

Enlace utilizado para la elaboración de la noticia:

https://womensmentalhealth.org/posts/moud-pregnancy/

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