Mi hijo/a está bien, pero ¿y yo qué?

// Salud Mental Perinatal
Los cambios físicos que sufre el cuerpo de la mujer después de dar a luz pueden ser una fuente de intenso malestar, que no debe ser banalizada ni justificada por el argumento “lo importante es que tu hijo/a esté bien”. La salud física y mental de la madre durante el posparto es igual de relevante que la salud del recién nacido.

El posparto es un período en el que ocurren importantes cambios tanto físicos y psicológicos en la nueva madre. Es el momento de celebrar una nueva vida y de afrontar los múltiples retos que plantea la crianza. Pero también de prestar especial atención al bienestar físico y emocional de la madre. 

El testimonio aportado por muchas madres pone de manifiesto el “sufrir en silencio”, ya que toda la atención médica parece centrarse en el bienestar del bebé. Y solo cuando las madres padecen alteraciones muy intensas o graves, como dolores o hemorragias reciben esta atención, según denuncian. El que la madre exprese tanto las molestias físicas como emocionales durante el posparto, incluso cuando el estado de salud del recién nacido es bueno, sigue siendo un tabú.

Sin embargo, sabemos que el que las madres puedan manifestar y compartir su incomodidad respecto a estados emocionales negativos o a cambios físicos que les disgustan (como cicatrices de epistomías, estrías o diástasis) es fundamental para poder detectar, atender y prevenir el desarrollo de cuadros más graves.

Por este motivo, en algunos casos será importante que las mujeres busquen ayuda de los profesionales de la salud mental y de otros sanitarios para gestionar el impacto emocional y en la imagen corporal de los cambios físicos y de rol que se dan en este periodo. Si la madre se siente cómoda con su nuevo rol y su aspecto físico, también lo va a estar emocionalmente, lo que se reflejará en un mejor cuidado del bebé.     

Por otro lado, la presencia en las redes sociales de influencers que acaban de ser madres y muestran un proceso de recuperación del cuerpo muy rápido que dista de la realidad a la que  se enfrentan la mayoría de madres crea expectativas poco realistas en las mujeres y puede hacerlas sentir frustradas y culpables por no alcanzar este ideal. Para contrarrestar este efecto, perfiles de Instagram como el de MamaIngeniera muestran a través de fotos y vídeos una visión más realista de cómo es el cuerpo de la mujer después de dar a luz y la recuperación del mismo, la cual suele ser lenta y costosa.

Por lo tanto, al favorecer expectativas sociales realistas y al atender el bienestar global de la madre en el posparto estaremos beneficiando también al bebé, por lo que la atención de la recuperación física y emocional de la madre no debería de quedar en un segundo plano.

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