¿Están los profesionales sanitarios debidamente formados para poder diagnosticar síntomas obsesivo-compulsivos en el posparto?

// Salud Mental Perinatal
Un estudio llevado a cabo por la Curtin University y por la Murdoch University (Perth, Australia), pone en evidencia la necesidad de desarrollar guías de práctica clínica para la correcta identificación y abordaje de síntomas obsesivo-compulsivos en el posparto.

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un problema de salud mental frecuente en el posparto, cuya prevalencia es del 2-9%. Se caracteriza por la aparición de pensamientos, imágenes, recuerdos,  deseos e impulsos intrusivos e involuntarios, conocidos como obsesiones, que generan una gran ansiedad. Éstas van acompañadas de compulsiones, que se definen como acciones ritualizadas y repetitivas que sirven para neutralizar el malestar provocado por las obsesiones. El elevado porcentaje de estos síntomas en el posparto genera una gran disfuncionalidad en la madre, muchas veces sin necesidad de llegar a establecer un diagnóstico de TOC. Sin un tratamiento bien establecido el TOC tiene un curso crónico y deteriorante que impacta sobre el vínculo materno-filial, motivo por el cual es muy necesario que las mujeres que presentan síntomas de TOC en el posparto sean debidamente identificadas y atendidas.

En la mayoría de mujeres a las que se les ha diagnosticado dicha sintomatología se ha podido observar que a causa de verse superadas por el exceso de demandas propias de este período, sus obsesiones consisten en un deseo irrefrenable de dañar al bebé, a pesar de no tener intenciones de hacerlo. Este impulso provoca una gran ansiedad, por lo que intentan neutralizarlo a través de las compulsiones, que en este caso es evitar el contacto con el recién nacido (por ejemplo, a la hora de amamantarlo, de bañarlo, de vestirlo) o evitar quedarse a solas con él.

Poniendo el énfasis en el personal sanitario, la literatura disponible sugiere que estos no identifican el deseo de dañar al bebé como una intrusión que pueda ser indicativa del TOC. Según estos resultados la formación y entrenamiento en identificación y manejo de síntomas de TOC pueden resultar efectivos para que los profesionales sanitarios realicen el diagnóstico correctamente. En esta misma línea, el tratamiento de elección para este trastorno es el entrenamiento en exposición con prevención de respuesta (EPR), el cual tiene la finalidad de desacreditar el pensamiento obsesivo. No obstante, cuando el diagnóstico no se ha realizado de forma adecuada resulta muy complicado llevar a cabo el tratamiento idóneo, por lo que el TOC tiende a empeorar. Revisando esta información se detecta un vacío en el abordaje de esta patología en el posparto, motivo por el que es altamente necesario el desarrollo de una guía de práctica clínica específica para los síntomas del TOC en el posparto.

Teniendo en cuenta la evidencia previa las autoras hipotetizan que (1) aquellos sanitarios con formación en salud mental y más años de experiencia serán más capaces de identificar los síntomas de TOC en el posparto. Además, también (2) se espera que aquellos que han identificado los síntomas correctamente presenten más facilidades para diferencial el tratamiento indicado de los contraindicados.

Selección de la muestra y recogida de información

Para llevar a cabo el estudio se reclutaron un total de 94 profesionales sanitarios (enfermeros/as, matronas, médicos, psiquiatras y psicólogos/as) que tuvieran como mínimo 2 años de experiencia en el ámbito sanitario. Además, se incluyeron estudiantes de prácticas y residentes que estuvieran finalizando su formación.

La recogida de información se realizó a través de una encuesta en la que se describía una escena habitual de una mujer con síntomas de TOC; obsesión de dañar al bebé y conductas de evitación del mismo en el posparto. A partir de aquí los profesionales sanitarios debían identificar la sintomatología propia de este trastorno, así como indicar el tratamiento más eficaz. El material empleado para la recogida de datos fue diseñado por un psiquiatra experto en salud mental perinatal. Del mismo modo, las respuestas de los sanitarios fueron supervisadas por un estudiante de doctorado en este ámbito.

Los resultados

Los hallazgos del presente estudio son consistentes con la evidencia previa; la gran mayoría de profesionales sanitarios (70%) no reconocen adecuadamente los síntomas de TOC en el posparto, en especial el deseo de hacer daño al bebé. Dicho síntoma no lo reconocen como algo propio del TOC, sino que el 30% de ellos lo relacionan con síntomas psicóticos y el 17% con síntomas depresivos.

Según estos datos le primera hipótesis se cumple parcialmente, ya que tener formación y experiencia en el ámbito de la salud mental permite identificar mejor los síntomas de TOC, mientras que los años de experiencia clínica no quedan asociados con un buen diagnóstico.

Igualmente se observa que los profesionales que reconocen correctamente los síntomas de TOC son los que menos estrategias de intervención contraindicadas seleccionan. Por lo tanto, la segunda hipótesis también se cumple parcialmente.

A modo de conclusión, estos resultados ponen de manifiesto que los profesionales sanitarios que trabajan en el ámbito perinatal se beneficiarían de una formación especializada en TOC en el posparto. Este entrenamiento debería enfatizar que los impulsos de dañar al recién nacido son frecuentes en el posparto, así como proponer estrategias para poder identificar comportamientos que implicar un riesgo de abuso infantil. 

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