La disbiosis en la leche materna como factor de riesgo del dolor durante la lactancia

// Salud Mental Perinatal
Un estudio llevado a cabo por el Departamento de Nutrición y Ciencia de los Alimentos de la Universidad Complutense de Madrid y por el Centro de Salud Silvano de Madrid ha sido publicado en la revista Acta Pediátrica Española, en el cual consideran la disbiosis en la leche materna como principal factor de riesgo para el desarrollo de dolor durante la lactancia.

Según este estudio prospectivo realizado en un centro de atención primaria de Madrid, el dolor al amamantar produce alteraciones en el estado anímico de la madre, así como dificultades en el establecimiento del vínculo madre-bebé, teniendo como consecuencia el destete precoz e indeseado. A pesar de que el dolor es una importante fuente de malestar, este sigue sin ser considerado como un factor de riesgo durante la lactancia, ya que son pocos los estudios publicados que se centran en este fenómeno.

Hay muchos elementos que rodean a la lactancia y que deben ser considerados a la hora de evaluar el dolor; en primer lugar se debe comprobar si la posición al amamantar es la óptima y si existen problemas con la anatomía oral de bebé, como el frenillo lingual corto (anquiloglosia) que restringe el movimiento de la lengua e interfiere en la lactancia. Aun así siguen siendo frecuentes los casos en los que se percibe dolor a pesar de no haber problemas anatómicos orales en el bebé y de tener una buena técnica de lactancia.

Estudios recientes añaden que la etiología del dolor al amamantar se debe a una inflamación de la glándula mamaria, provocada por un desequilibrio en la diversidad bacteriana de la leche materna (disbiosis).

En esta investigación se evaluó la presencia de anquiloglosia en el bebé y la técnica de lactancia en 63 mujeres durante los primeros cuatro meses del posparto. Además, se recogió una muestra de leche de todas las madres; al inicio de la lactancia en caso de referir dolor, y al segundo mes de lactancia en caso de ausencia de dolor.

Los resultados arrojaron que la anquiloglosia y la técnica de lactancia no correlacionan de forma estadísticamente significativa con la aparición del dolor, mientras que sí lo hacen el cultivo de leche materna con disbiosis con el dolor al amamantar. Cabe destacar que en los cultivos de las madres que reportaron dolor la concentración de bacterias fue significativamente mayor.

El principal hallazgo de este estudio  destaca la importancia de incluir una solicitud de cultivo de leche materna en los casos de dolor al amamantar, con el objetivo de detectar si hay disbiosis. Además, es necesario comprobar si existe anquiloglosia en el bebé y si la técnica de lactancia es la idónea. A pesar de estos resultados, es necesario desarrollar más estudios en esta misma línea, los cuales pueden ser argumentos a favor de la bacerioterapia (administración de probióticos específicos para un problema concreto) para tratar la lactancia dolorosa y así poder disminuir el consumo de antibióticos.

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